El reciclado de un
material es actualmente una de las vías más seguras para respetar el medio
ambiente y evitar un abuso desconsiderado de los recursos naturales, comenta el
arquitecto venezolano Jesús Vergara. Desde hace décadas la concienciación
ciudadana en torno al reciclado de productos que utilizamos en nuestra vida
cotidiana ha ido en aumento en Venezuela. Todo un logro. De todos los
materiales que se reciclan existe uno en el que esta actividad es cada vez más
rentable y sus múltiples propiedades lo convierten en un material moderno de
gran futuro: el aluminio.
El aluminio es como un almacén
de energía (15 kWh/Kg) expresa Jesús Vergara, por ello tiene un gran valor que
no puede desperdiciarse y su reciclado se traduce en recuperación de energía
para Venezuela Además, es un material muy valioso como residuo, lo que supone
un gran incentivo económico. Las propiedades que hacen del aluminio un metal
tan provechoso son: su ligereza (sobre un tercio del peso del cobre y el
acero), resistencia a la corrosión (característica muy útil para aquellos
productos que requieren de protección y conservación), resistencia, es un buen
conductor de electricidad y calor, no es magnético ni tóxico, buen reflector de
luz (idóneo para la instalación de tubos fluorescentes o bombillas),
impermeable e inodoro, y muy dúctil. Además, el gran atractivo es que se trata
de un metal 100% reciclable, es decir, se puede reciclar indefinidamente sin
que por ello pierda sus cualidades.
En Europa, el aluminio
alcanza tasas de reciclado muy altas que oscilan entre el 50% en envases, el
85% en construcción y el 95% en transporte. Todo ello se traduce en una
producción anual en torno a los 4 millones de toneladas de aluminio reciclado
en Europa.
Los usos que se da al
aluminio actualmente son múltiples y podemos dividirlos por sectores:
Electricidad y comunicación
El aluminio ha ido
reemplazando progresivamente al cobre desde la década de los 50 en las líneas
de transmisión de alto voltaje y actualmente es una de las formas más
económicas de transportar electricidad, además de que puede hacerlo más
eficientemente que el cobre (actualmente se usan conductores de aluminio para
transmitir electricidad a 700.000 voltios o más). Por otra parte, el aluminio
también está presente en las antenas para televisores y satélites.
Transporte
Durante la última década
la utilización de aluminio en la industria automovilística ha aumentado de
forma constante y la industria del aluminio está dedicando importantes recursos
para aumentar su participación en este sector. Este interés responde a
criterios ecológicos, además de económicos.
Actualmente, se fabrican
en aluminio piezas fundidas (pistones, ruedas, cajas de transmisión, conjuntos
de suspensión), radiadores, y estructuras y carrocerías Ya existen algunos
coches no sólo deportivos sino berlinas de alta gama (Audi A8) y utilitarios
(Audi A4) fabricados totalmente en aluminio. La utilización de este material en
la fabricación de vehículos conlleva grandes ventajas medioambientales: la
ligereza del material supone una reducción del peso del vehículo de hasta un
30%, lo que se traduce en un ahorro de combustible, ya que el vehículo requiere
menor fuerza y potencia para moverse, y por lo tanto genera un menor porcentaje
de polución. En términos de reciclabilidad, en América del Norte y Europa más
del 98% del aluminio contenido en los
automóviles es recuperado y reciclado. Asimismo el sector ferroviario también
utiliza el aluminio en sus locomotoras. Como ejemplo: un tren de aluminio
aporta un ahorro de energía del 87% a lo largo de los 40 años de vida media, en
comparación con otros trenes fabricados con elementos más pesados.
En el sector
aeroespacial es indispensable gracias a su ligereza. Desde que se fabricara el
primer aeroplano, el aluminio ha formado parte importante en su construcción y
ha reemplazado a materiales que se utilizaban en sus inicios como la madera y
el acero. De hecho, el primer avión de aluminio se fabricó en la década de 1920
y desde entonces sigue vinculado a este sector gracias a la combinación de su
resistencia, ligereza y maleabilidad.
Edificación y Construcción
En España y otros países
mediterráneos, en el sector de la construcción, el uso del aluminio es
mayoritarioen comparación con otros metales. La demanda ha crecido de manera
considerable a lo largo de los últimos 50 años y actualmente es utilizado en
estructuras de ventanas y puertas y en otras estructuras como cubiertas para
grandes superficies y estadios como el de Francia en París y el nuevo
parlamento europeo en Bruselas. Por otra parte, cada vez más, diseñadores,
arquitectos y artistas utilizan el aluminio con fines ornamentales y
decorativos como por ejemplo Dumia, una cúpula realizada enteramente de
aluminio y que mide más de cinco metros de altura y 12 de diámetro, situada en
la plaza Real de Torino, o la Torre de Comunicaciones de Shanghai.
Envases
En este sector, las
aplicaciones son múltiples y abarcan desde la fabricación de latas, el papel de
envolver, la capa intermedia de envases de cartón (tetra brick) hasta láminas
para cerrar yogures, medicamentos, etc.
En cuanto a la
utilización de latas de aluminio cabe destacar sus ventajas en comparación con
otros envases: protegen el contenido durante largos periodos ante la entrada de
oxígeno y contra la luz , son muy ligeras, permiten enfriar las bebidas
rápidamente, son difíciles de romper, presentan una gran comodidad de manejo y
ocupan muy poco espacio. Y lo más importante: son 100% reciclables.
Actualmente se consumen
cerca de 20.000 toneladas en España y en Europa
más de 400.000 t de latas de aluminio y su tasa de reciclaje está por
encima del 70% en algunos países. Suecia, con 92% y Suiza con el 88% van a la
cabeza en Europa. Las latas de aluminio necesitan el 40% menos del metal que
las latas que se fabricaban hace 25 años y menos energía y materia prima. En
España, durante el 2006, dos de cada tres latas de bebidas (tanto de aluminio
como de hojalata) se reciclaron, lo que sitúa a este envase en primer lugar y
España se sitúa por encima de la media europea con un 67%. Los sistemas de
recogida selectiva y de devolución son utilizados cada vez más por la sociedad,
consciente de la importancia que tiene un pequeño gesto, como el de tirar la
lata a su contenedor correspondiente, ya que supone un beneficio para el medio
ambiente.
Otros usos
En la industria química
el aluminio y sus aleaciones se utilizan para fabricar tubos, recipientes y
aparatos. Por su elevada conductividad térmica, el aluminio se emplea en
utensilios de cocina. Además, no hay que olvidar la presencia en nuestra vida
cotidiana del papel de aluminio de 0,018 cm. de espesor, que protege los
alimentos y otros productos perecederos El aluminio se utiliza también en
reactores nucleares a baja temperatura porque absorbe relativamente pocos
neutrones. La resistencia a la corrosión al agua del mar del aluminio también
lo hace útil para fabricar cascos de barco y otros mecanismos acuáticos.
En definitiva, el
aluminio es el elemento más abundante de la corteza terrestre después del
oxígeno y el silicio y además puede ser reciclado infinitamente sin por ello
perder un ápice de sus cualidades. Las aplicaciones son infinitas y su demanda
crece día a día. Un material idóneo para el mundo actual y que respeta el medio
en el que vivimos.
El reciclado del aluminio
Cualquier producto de
aluminio puede ser reciclado infinitas veces sin perder sus propiedades.
Gracias al reciclado del aluminio el material puede ser reutilizado tantas
veces como sea necesario y con óptimas cualidades. El ciclo del reciclado
empieza justo después de su producción ya que los recortes y restos de este proceso industrial se
recuperan y reciclan directamente.
En el caso de los
productos adquiridos por los consumidores el ciclo del reciclado se inicia al
final de su vida útil cuando, a través de diversos canales, llega a la planta
de reciclado Aquí, el primer paso es separar el aluminio de otros metales y
elementos que puedan contaminarlo mediante diversos métodos (manualmente,
separadores magnéticos, Separadores por Corrientes de Foucault, etc.). Una vez eliminadas todas las impurezas el
aluminio, éste es prensado, embalado y enviado a fundición. Posteriormente se
traslada a plantas específicas para su refabricación. Finalmente, el fundidor o
refinador lo convierte en lingotes, tochos, productos de desoxidación, etc. que
serán utilizados para crear nuevos productos destinados al consumo humano.
La duración del ciclo de
vida varía de acuerdo a cada producto. Por ejemplo, en el caso de las latas de
aluminio utilizadas para envasar bebidas, la duración es de 45 días
aproximadamente, en cambio, la del aluminio utilizado en cables para el sector
eléctrico es de 40 años. Como hemos visto en esta nota y de acuerdo con Jesús
Vergara, sea cual sea el fin del reciclado es indudable los beneficios ambientales
y económicos que supone su recuperación y reutilización.
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