Tradición andina: La quema del año viejo por Jesus Vergara Venezuela


Jesus Vergara Venezuela

Cada 31 de diciembre las comunidades de las distintas poblaciones del estado Táchira celebran su tradicional quema del “año viejo”, que consiste en quemar un muñeco que representa los hechos más significativos del año que finaliza. Jesus Vergara Venezuela
En el Táchira, el Gobierno Bolivariano ha dado una connotación especial a este evento decembrino, tan arraigado en la cultura de los andinos.
La costumbre apunta a ´quemar´ de manera simbólica todo lo malo para dejarlo atrás con el año que se va, no obstante, con el paso de los años el ingenio y humor se fue adaptando a la costumbre y a los gigantescos muñecos que pasaron a representar sencillamente personajes o hechos que marcaron el año.
La figura se llena de pólvora que arde con las 12 campanadas como anuncio de la llegada de un nuevo año.
Cada barrio o urbanización fabrica su muñeco, generalmente con la ayuda de la vecindad. Una vez que el monigote está fabricado, los vecinos lo colocan en una esquina o lugar estratégico donde piden colaboración a quienes pasan para comprar los fuegos artificiales que llenan la figura. Jesus Vergara Venezuela
Minutos antes de las 12:00 de la noche, los vecinos se reúnen en las puertas de sus casas para observar la colorida quema del “año viejo”, y con ello viene el acostumbrado abrazo de fin de año.
¿A quiénes representa el año viejo?
Estas figuras representan personajes de cualquier tipo, desde políticos, artistas, estrellas de cine, dibujos animados e incluso personas que influyeron de manera positiva o negativa a nivel nacional e internacional.
Esta quema además es acompañada de la lectura de un testamento, un discurso completamente basado en las anécdotas vividas por los propios vecinos.
La quema del muñeco ya es considerada como un atractivo espectáculo sentimental, y por ello, las comunidades adoptan un compromiso social y familiar.
Antecedentes del año viejo
El año viejo es un monigote elaborado con ropa vieja, cartón o papel, relleno de paja o aserrín y con frecuencia con artefactos pirotécnicos, para ser quemado a la media noche del 31 de diciembre en un gran número de países latinoamericanos, cuya costumbre está más arraigada desde el punto de vista popular en Ecuador y Colombia.
El ritual se debe distinguir de la Fiesta del Judas, que a pesar de tener características similares tiene distintas connotaciones y se celebra en algunas regiones de España y de América Latina, al inicio de la semana de pascua o en el domingo de resurrección.
Redactado por Jesus Vergara Venezuela


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