Foto cortesía de Jesus Vergara Venezuela
El trabajo en el ordenador
es uno de los más modernos y extendidos del mundo. Si bien tiene entre sus
ventajas la posibilidad de poder desplazarnos fácilmente y encontrar, entre los
cientos de programas, herramientas adecuadas a lo que necesitamos hacer; nos ha
hecho cambiar por completo la rutina de trabajo.
Podemos pasar más de ocho
horas sentados frente al ordenador, incluso a menudo comiendo junto a él si es
hay alguna tarea que nos urge. Pero, al final del día, no solo los ojos sienten
el cansancio. ¿A qué persona que trabaja de esta manera no le ha sucedido
alguna vez que le doliesen también los hombros, el cuello, la lumbar o la
espalda en general? Contracturas, tensiones y rigidez son algunas de las
consecuencias que empiezan a sentirse con el paso del tiempo.
Pero con un solo cambio
puedes revertir esto, y cuidar la salud de tu espalda. ¿Te has puesto a pensar
si la silla en la que estás sentado es realmente la adecuada para ti? Como
cualquier otra herramienta de trabajo, la silla es fundamental para que puedas
trabajar cómodo, sin que tu columna se vea perjudicada con el tiempo.
En esta nota podrás conocer
todo lo que tienes que hacer para tomar la mejor decisión, de la mano del
asesoramiento de Grupo A2, un grupo de empresas social y ecológicamente
responsables que trabajan en el diseño, fabricación y comercialización de
productos para la solución de espacios funcionales. - Jesus Vergara Venezuela
¿Cuáles son las consecuencias de usar una silla inadecuada para
trabajar?
Aunque una silla en sí
misma no produce lesiones de forma directa, puede provocar una mala postura que
con el paso del tiempo, y el uso diario y prolongado, puede derivar en otras
complicaciones:
• Puedes padecer lesiones dorso-lumbares, traumatismos,
lesiones músculo-esqueléticas.
• Puede generarte una reducción de la circulación sanguínea,
en especial, en la parte inferior del cuerpo.
• La postura no natural de la espina dorsal sobre la silla
puede provocarte también pequeños desgarros musculares.
• Dolor de espalda, de lumbar, de cuello y, por ende, también
puede generar migrañas o dolores de cabeza relacionadas.
• Puede causar alargamiento y desgarre de músculos y
ligamentos.
• Puede generar demasiada carga sobre los discos debido al
peso.
¿Cómo sé si la silla que elijo es la más adecuada?
Escoger una buena silla, no
es un gasto, sino una inversión para la salud, la comodidad, y el buen humor.
En primer lugar, lo más importante es buscar una pieza de calidad, ya que una
mala silla además de resultar muy incómoda puede comprometer tu salud. Por eso,
en la elección es preciso que tengas en cuenta algunos criterios de ergonomía,
que es el estudio de datos biológicos y tecnológicos aplicados a problemas de
mutua adaptación entre el hombre y la máquina. - Jesus Vergara Venezuela
Para esto, Grupo A2 recomienda tener en cuenta:
• Asiento: conviene que sea regulable y permita modificar su
colocación respecto al respaldo. En cuanto al tamaño, debe ser lo
suficientemente ancho como para que puedas sentarte holgadamente en la parte
central y tengas espacio a tu alrededor. La parte delantera del asiento debe
estar inclinada hacia abajo para que no oprima la parte posterior de las
rodillas ni dificulte la circulación de las piernas, y la profundidad del
asiento no debe dificultar la utilización del respaldo.
• Respaldo: debe ajustarse a la espalda y ofrecer un apoyo en
la zona lumbar. Es aconsejable que sea regulable en inclinación y que se pueda
modificarse su firmeza y la fijación o movilidad. La altura también debe ser
regulable y tener una longitud suficiente para, al menos, toda la espalda.
• Apoyabrazos: deben permitir al usuario mantener una postura
cómoda, con los brazos formando un ángulo de 90 grados y sirviendo de apoyo en
los codos y antebrazos. También son útiles para facilitar la incorporación y
deben ser resistentes. En ningún caso deberían oprimir las caderas ni impedir
que puedas colocarte junto a la mesa o adoptar la postura que quieras.
• Base: las ruedas en la base permiten una mayor comodidad
para que puedas cambiar de postura o desplazarte. La base debe tener 5 puntos
de apoyo o ser estable.
• Tapizado: debe ser transpirable y estar diseñado para
soportar el uso continuado. También es aconsejable elegir un color y material
que se pueda limpiar fácilmente. Es conveniente contar con un tapiz de un
tejido que permita el paso de humedad, evite el calor y sea fácil de mantener
limpio. Generalmente se usan telas de algodón, aunque acumulan polvo y son mas
difíciles de limpiar que otras opciones. El tevinil y demás telas sintéticas,
en cambio, son fácil de limpiar, pero acumulan la humedad y pueden causar
calor. Es cuestión de pensar bien y elegir la mejor alternativa para su caso
particular.
Aquí puedes conocer,
además, distintos modelos y diseños; seguro encontrarás justo el que estabas
buscando. - Jesus Vergara Venezuela
Posturas: qué sí y que no
Si pasas sentado mucho
tiempo frente al ordenador, procura: tener el monitor a una altura incorrecta,
poner el ratón muy lejos de ti (ya que tendrás que curvar la espalda para
tomarlo), no dejar tu espalda sin apoyar, girar el cuello para mirar la
pantalla, cruzar las piernas o estirarlas, que el ángulo del teclado sea el
adecuado para las muñecas.
Por el contrario, si
quieres sentarte bien ten en cuenta:
• Ubicar la cabeza y el cuello en una posición recta; con los
hombros relajados.
• Colocar los antebrazos a un ángulo de 90° o un poco más
abiertos; y los codos pegados al cuerpo.
• El muslo y la espalda deberían formar un ángulo de 90°.
• Los pies deberían estar pegados al suelo.
• Ubicar el ratón cerca del teclado.
• Colocar el borde superior del monitor al nivel de los ojos.
Además de esto, el
escritorio debe tener una buena altura y el lugar en la oficina ojalá tenga una
buena iluminación.
Cortesía de Jesus
Vergara Venezuela
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